Las enfermedades oculares y en particular la ceguera constituye un problema de salud mundial, cuya prevención merece alta prioridad.
La urgencia oftálmica se entiende como un problema ocular que precisa consulta inmediata en un Servicio de Urgencias o en un Servicio de Oftalmología. Dentro del campo de la oftalmología hay pocas urgencias reales. Las únicas patologías que requieren un diagnóstico de forma urgente y una rapidísima actuación por parte del oftalmólogo son el glaucoma agudo, la endoftalmitis aguda y traumatismos oculares severos en algunos casos.
No obstante, existe un conjunto de enfermedades oftalmológicas, no graves, que son muy frecuentes en el ámbito de la urgencia. Las más relevantes son:
Síndrome del ojo rojo: El ojo rojo engloba un grupo de patologías que dan una serie de síntomas muy parecidos y que es motivo de consulta muy frecuente en el ámbito sanitario, sobre todo en el ámbito de la urgencia.
Hemorragia subconjuntival: Se presenta como un sangrado «en sábana» de un vaso conjuntival. Se suele asociar a maniobras de Valsava forzadas y repetidas (tos persistente, estornudos, estreñimiento etc.) o stress.
Conjuntivitis aguda: Es probablemente la patología ocular más atendida de manera urgente. Suelen estar producidas por virus y son altamente contagiosas. Se presentan con hiperemia conjuntival sobre todo afecta a la periferia de la conjuntiva. Se acompaña de secreción acuosa, mucoide o purulenta dependiendo de la etiología.
Conjuntivitis alérgicas: Causan gran prurito, edema palpebral y quémosis. Suelen tener una secreción mucinosa, blanquecma.
Traumatismos oculares: Los traumas pueden ser de origen mecánico: contusiones con el globo cerrado, que pueden ser heridas o lesiones perforantes, de origen químico o físicas.
Clínica: Ante cualquier traumatismo ocular puede haber dolor de intensidad variable, fotofobia, lagrimeo y blefaroespasmo. La agudeza visual puede estar conservada o bien llegar a estar alterada hasta el punto de no percibir la luz.
Diagnóstico: Es importante buscar heridas y/o con tusiones en las zonas adyacentes del ojo, así como los párpados. En la conjuntiva se determinará la existencia de hiperemia y su forma, distinguiendo entre hiperemia conjuntival superficial o profunda.
Dr. Miguel Villafana Pino
Médico oftalmólogo de la Universidad Cayetano Heredia
Médico oftalmólogo en la Clínica Internacional
Miembro de la Sociedad Peruana de Oftalmología
Miembro de la Asociación Panamericana de Oftalmología