Una de las principales áreas de actividad de la telemedicina es el sector salud; con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes, el desempeño de los profesionales de la salud y la gestión hospitalaria, todo ello desde la perspectiva de un servicio de telesalud, que no solo incluye el diseño y la implementación de infraestructura, equipos y software tecnológico, sino también todo el ciclo de definición de procesos y protocolos, capacitación de usuarios, divulgación en pacientes y mantenimiento correctivo y evolutivo del sistema.

En Perú este servicio utiliza las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en zonas rurales y de bajo acceso a los servicios de salud, a fin de potenciar la limitada capacidad resolutiva de los profesionales de la salud de estas áreas.

La telesalud implica la atención a distancia en zonas de poca accesibilidad, así como la oportunidad de acercar al paciente hacia los especialistas. En España las guarderías infantiles utilizan esta TIC para las consultas especializadas de los niños. A nivel municipal, la telesalud brinda un acercamiento de los usuarios hacia su autoridad mediante consultas médicas simples o complejas. En el sector privado, pueden responder dudas y problemas que solo en algunos casos deben ser con consultas presenciales.

La telesalud permite la posibilidad de una consulta a distancia; esto quiere decir que, en algunos casos, la utilización de equipos biomédicos como el estetoscopio digital, los dermatoscopios, otoscopios, el etectrocardiograma, la ecografía a distancia, el monitoreo a distancia, los informes y escáner de rayos X.

En nuestro territorio se tienen muchos proyectos públicos y privados en ejecución con el fin de dar salud a la población que no tiene acceso a ella. Un ejemplo es el proyecto entre Ancash y Lima promovido por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.

Se considera que la telemedicina no es una moda sino una necesidad en países como Perú; su sostenibilidad será posible gracias al valor que le darán los usuarios, quienes al acceder a una atención de calidad y alta especialización, entenderán que en muchos casos no tienen que realizar viajes costosos para una atención de calidad.

Finalmente, llegamos a tener varios teleservicios que incluyen las políticas y normas de funcionamiento, la consulta y el monitoreo de los pacientes, el desarrollo de capacidades a distancia (capacitación) de los usuarios y profesionales de la salud, el equipamiento con dispositivos biomédicos a distancia, la conectividad y la gestión de todo el sistema, que debe permitir una sostenibilidad financiera y un acercamiento a la universalización de la salud en Perú.

 

Artículo escrito en colaboración con:

Dr. Julio Segura Pérez

Traumatólogo y ortopedista

Instituto Nacional de Salud del Niño

Clínica Ricardo Palma