En el mundo, los casos positivos por COVID-19 se deben a las distintas variantes del virus presentes en las distintas personas, esto a su alta capacidad de adaptación, lo que da pie al origen de nuevas variantes y la necesidad de mejorar las vacunas.

¿Cómo son las variantes BA.4 y BA.5?

Un análisis genético preliminar ha puesto de manifiesto que estas nuevas subvariantes, que nacen a partir de la variante Ómicron, pueden haberse originado en Sudáfrica al mismo tiempo que otras desde principios de 2022. 

El pasado 11 de abril, la OMS confirmó tener bajo vigilancia estos dos nuevos linajes de Ómicron, BA.4 y BA.5, debido a que «sus mutaciones adicionales son para estudiarse más a fondo para comprender su impacto en el potencial de escape inmunológico», señalaban, y mencionan a Sudáfrica entre los países donde hallaron su presencia.

Se tiene entendido que estas variantes ya cruzaron continentes, habiéndose reportados los primeros casos de estas subvariantes en Europa, Asia y América; siendo Estados Unidos el país que más positivos presentó a este nuevo linaje.

Las autoridades sanitarias continúan analizando los síntomas de las mutaciones BA.4 y BA.5, pero de momento han concluido que son semejantes a las que ya se conocían con la variante XE. 

Los principales síntomas son fiebre, dolor de cabeza y garganta, tos, mocos y dolor muscular y como síntomas secundarios que se pueden llegar a observar son la sudoración nocturna, lumbalgia e inclusive algún marco de náuseas.

Lo curioso de estas subvariantes es su resistencia ante los tratamientos y medicamentos ya creados contra la variante Ómicron y su capacidad para seguir generando síntomas por un periodo de tiempo más largo, que puede llegar a alcanzar los 7 días. 

Según un artículo de National Geographic, citando a los inmunólogos Sebastian Duchene y Asleigh Porter de la universidad de Melbourne, se señala que «mientras el virus siga circulando, seguirán apareciendo nuevos linajes y variantes del virus”. Además, “al ser Ómicron es la variante más común actualmente, por ello «es probable que veamos más subvariantes de Ómicron, y potencialmente incluso linajes recombinantes entre sepas.”

Los científicos seguirán alerta para detectar el nacimiento de estas nuevas subvariantes e intentar reducir en gran medida su avance, para así poder llegar a controlarlos y evitar su propagación desmedida e imposibilitando la llegada de nuevas olas y un posterior colapso sanitario.