En el 2022, la variante ómicron presentó una inmensa preocupación en todo el mundo, ya que indicó ser extremadamente transmisible. Sin embargo, “ómicron” ha sido un término para designar a varios linajes ampliamente relacionados con el SARS-CoV-2, donde el más usual es el BA.1.

De esta manera se ha decidido denominar a la BA.2 como una subvariante “silenciosa” del ómicron, pues no tiene un marcador genético que ayude a los investigadores a detectar si un caso es de variante ómicron, delta, etc.

Por lo tanto, al igual que con otras variantes, una infección por BA.2, puede detectarse mediante una prueba rápida o una PCR, pero estos test de detección no pueden diferenciar por ejemplo una BA.2 de delta; es por ello que diversos científicos anuncian que aún se deben seguir haciendo investigaciones al respecto.

Hasta el momento, la BA.2 es más transmisible que todas las variantes anteriores detectadas desde la aparición de la COVID-19.

¿Por qué se está propagando con mayor facilidad la subvariante BA.2?

Desde noviembre del 2021, más de 80 países han ingresado miles de casos de BA.2 en sus bases de datos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que la subvariante del ómicron ya se encontraría dominante en el mundo, pues acumula un total del 60% de casos; de esta manera se ha desplazado a la variante delta y BA.1.

Un estudio en Dinamarca indicó que la BA.2 es más infecciosa en personas vacunadas y con tercera dosis, pero que una persona vacunada tenía menos probabilidad de transmitirla.

Acto seguido, una investigación realizada en el Reino Unido anunció que en su evaluación preliminar no se encontró evidencia de que las vacunas hayan sido menos efectivas contra la enfermedad sintomática para cualquiera de las subvariantes.

¿La subvariante BA.2 es más peligrosa?

Hasta el momento no se registra alguna prueba que pueda indicar que es más peligrosa que otras subvariantes del ómicron.

«Mirando a otros países donde la BA.2 está ahora superando (a la BA.1), no estamos viendo mayores aumentos en las hospitalizaciones de lo esperado», indicó Boris Pavlin, miembro del Equipo de Respuesta COVID-19 de la OMS.

También agregó que si ocurre el escenario en donde la BA.2 desplace a la BA.1 como la más dominante, no tendría algún efecto trascendental en lo que va la pandemia. «Es poco probable que su impacto sea sustancial, aunque se necesitan más datos», afirmó. Pavlin.

De la misma manera que otros científicos, los expertos siguen creyendo que las vacunas seguirán siendo eficaces para evitar una enfermedad grave, hospitalizaciones e incluso la muerte.

«La vacunación protege profundamente contra la enfermedad grave, incluyendo a la ómicron», explicó Pavlin.

«Debemos permanecer atentos y darnos las vacunas. Todos deberíamos continuar haciéndonos pruebas regularmente con dispositivos de flujo lateral y realizar una prueba de PCR si se desarrollan síntomas», señaló Meera Chand, directora del área de COVID-19 de UKHSA.