El pasado martes 10 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que se han reportado 348 casos de hepatitis infantil de origen desconocido en niños pequeños previamente sanos. La comunidad científica acelera las investigaciones en busca de las causas de esta enfermedad. Aunque hay diversas hipótesis abiertas, algunos indicios apuntan al adenovirus F41.

El brote de hepatitis pediátrica aguda, enfermedad que ocasiona la hinchazón del hígado y la inflamación de sus tejidos, fue notificado por la OMS el 15 de abril de 2022. Desde entonces, el número de casos de esta enfermedad detectada inicialmente en el Reino Unido e Irlanda del Norte ha aumentado a un ritmo vertiginoso. De acuerdo con la especialista del programa global sobre hepatitis de la OMS, Philippa Eastbrook, los 20 países afectados hasta el momento han acelerado las pruebas de diagnóstico y el resultado ha sido que el 70 % de los casos ha dado positivo para el adenovirus en la sangre. En la mayoría de ellos se ha identificado el subtipo de adenovirus 41.

Conociendo a los adenovirus

En un artículo del portal The Conversation, Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología en la Universidad de Salamanca, explica que los adenovirus son gérmenes comunes en humanos. Estos tienen capacidad para causar enfermedades en las vías respiratorias, los ojos, el intestino, el hígado, el tracto urinario y las adenoides, una masa de tejido ubicada en la parte posterior de la cavidad nasal que ayuda a mantener sano el cuerpo al atrapar las bacterias y los virus nocivos que se inhalan.

Según kidshealth, portal web que proporciona información acerca de la salud, la conducta y el desarrollo del niño desde antes del nacimiento hasta la adolescencia, las infecciones por adenovirus pueden afectar a niños de cualquier edad. Pero son más frecuentes en los bebés y los niños pequeños. 

La infección de adenovirus ocurre mayoritariamente en aquellos lugares donde hay contacto directo entre las personas, por ejemplo: las guarderías, los centros de preescolar, las escuelas, los hospitales y los campamentos de verano. Un niño puede contraer una infección por adenovirus al estar en contacto con secreciones de una persona infectada o con un objeto contaminado; así como también a través de gotitas que se expelen cuando alguien infectado tose o estornuda a una distancia cercana.

Según el catedrático Raúl Rivas, los adenovirus del tipo 40 y 41 que pertenecen a la serie F han sido considerados durante mucho tiempo como causantes de gastroenteritis pediátrica, una enfermedad caracterizada por fiebre, vómitos y diarrea. Ahora, el adenovirus F41 parece estar relacionado con el brote de hepatitis infantil, siendo los niños menores de dos años los más susceptibles. No obstante, en repasó con la plataforma digital EFEsalud, Rivas advierte que esta es solo una hipótesis y que los análisis continúan.

“Lo lógico en este momento es lo que se está haciendo, recopilar el mayor número de datos posible y esto implica determinar todas las muestras de heces, orina, sangre, biopsias de hígado, tanto presentes como de casos antiguos, como ha instado la OMS. Puede que la distribución de los casos sea amplia, no solo geográficamente sino en el tiempo, que venga de atrás y lo estemos empezando a ver ahora, por eso se pide que se analicen muestras de casos clínicos que presentan esta sintomatología en los meses pasados”, mencionó el experto en EFEsalud.