El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad está descrito por la Asociación Americana de Psiquiatría como como un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento en la vida cotidiana del individuo. En su última versión, lo categoriza como un Trastorno del neuro desarrollo y mantiene los tres grupos de síntomas. Estos deben aparecer antes de los 12 años, según el último criterio modificado. Pueden especificarse como de tipo combinado, con predominancia a la desatención o con predominancia a la impulsividad- hiperactividad y además se debe especificar si la gravedad es leve, moderada y severa (APA 2013). Existe variación en la prevalencia del TDAH alrededor del mundo. En países latinoamericanos se han hallado prevalencias de 23.5% en México, y del 15.8 al 20.4% en Colombia, en niños de edad escolar. En el último estudio epidemiológico de salud mental de niños y adolescentes en Lima Metropolitana en el año 2007, se presentan las prevalencias actuales de los diversos trastornos clínicos más frecuente como el trastorno de conducta, siendo 11.6% en niños y 7.8% en las niñas, seguido de trastorno negativista desafiante con 10.1% en niños y 7.3 % en niñas, luego trastorno por déficit de atención con 7.6%. Entre los años 1995 -2001 se realizó un estudio en el Instituto de Ciencias Neurológicas “Oscar Trelles”, en la ciudad de Lima, y concluyeron que la incidencia era 4% de la población atendida en este centro. (M. Calderón 2015)

Las intervenciones psicosociales, psicopedagógicas, psicológicas aplicadas al niño, como la capacitación o entrenamiento tanto a padres como a maestros son parte del tratamiento sugerido dentro del programa de intervención para un paciente con TDAH, pero hemos visto que menos del 7% de la población infantil en Latinoamérica siguen el tratamiento farmacológico y menos del 23% siguen el tratamiento psicosocial. (M. Calderon 2015)

Dentro de las técnicas aplicadas en el tratamiento del TDAH, donde se interviene al  niño – familia, se incluye como técnica más efectiva la cognitiva conductual, conductual por que interviene directamente a la conducta y cognitiva por que interviene en el proceso de pensamiento. Recordando que detrás de un niño diagnosticado con TDAH hay un padre- madre con estas características o una familia con TDAH.

A partir de continuos estudios de los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, salto el interés por estudiar el nivel de impulsividad y posibles déficits cognitivos (dificultad para atención sostenida por ejemplo),  subyacentes en cada uno de los individuos que mostraban sintomatología que iba identificando el trastorno. Así tenemos, que muchos de los sujetos con TDAH precipitan sus respuestas, no toleran la espera, desean ser atendidos en sus demandas inmediatamente, no logran control sobre sí mismo y desacatan las reglas. De la misma manera se pueden ir observando desorganización en sus tareas, falta de planificación, anticipación, estructuración. Todas estas conductas comprometen el comportamiento en aula y en casa, repercutiendo en el desmerito en su autoestima. Muchos de los sujetos diagnosticados con TDAH muestra desinterés, desmotivación.

Es así que a partir de diversas intervenciones surge primero la aplicación de estrategias de autoinstrucciones y el autocontrol. Pero en el proceso los investigadores observan que era necesario también la aplicación de técnicas operantes para la modificación de conducta, es ahí donde se inicia el uso de las técnicas cognitivo conductuales en el TDAH.

El objetivo primordial de la técnica es enseñar al individuo a identificar el conflicto, aprender a esperar, a tomar decisiones, y solucionar problemas. Muchas veces en estos sujetos encontramos poco control de la ira, comportamientos disociales que comprometen su socialización afectando su desarrollo dentro del ámbito social, familiar y laboral cuando son adultos. 

Aunque la terapia cognitivo conductual es muy efectiva en cambios de repertorios conductuales donde se hace uso del autoconocimiento, del autocontrol, observando en el sujeto mejoras en áreas sociales, familiares. El método recomendado es el multimodal donde no solo se trabaja al niño TDAH sino a la familia con participación de los maestros. Los sujetos que presentan además comórbidos con el TDAH como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, la aplicación exclusiva de las técnicas cognitivo conductuales y la intervención en el área emocional demuestran efectivos resultados. La capacitación u orientación a los padres en las mejoras de las estrategias de crianza y aplicación adecuada de las contingencias ayuda en la mejora comportamental.

Cada sujeto diagnosticado con TDAH es único por lo tanto los programas de intervención se elaboraran de acuerdo al caso.

 

 

Maryta Calderón 

Psicóloga especializada en Psicoterapia Cognitivo Conductual

Socia Fundadora y Directora Clínica del Instituto Latinoamericano del Comportamiento 

Psicóloga titulada de la UNMSM 

Miembro al Colegio de Psicólogos del Perú

 

BIBLIOGRAFÍA: 

Investigación presentada en julio del 2015 en Santo Domingo en el Consenso Latinoamericano del Trastorno por Deficit de Atencion organizada por la  Liga Latinoamericana para el estudio del TDAH – LILAPETDAH.