En China, en la provincia de Wuhan, en diciembre del 2019 se identificó un nuevo RNA virus, del género coronavirus, que se denominó severe acute respiratory syndrome coronavirus-2, conocido como SARS-CoV-2, que produce un síndrome respiratorio llamado coronavirus infectious disease-19 (COVID-19), con una incidencia y una letalidad elevada, por lo que se concibe como una pandemia. 

En diversas literaturas se aclara que la COVID-19 causa daño en múltiples sistemas como son el sistema respiratorio, neurológico, renal, cardiovascular, hematológico, inmunológico, entre otros; hasta desencadenar una falla multiorgánica y la muerte. Se sabe también que durante la enfermedad se presentan manifestaciones oculares, así como alteraciones post COVID-19. En tal sentido, el oftalmólogo Li Wenliang, en el mismo año, señaló la posibilidad de manifestaciones oculares durante la COVID-19. 

Como señalan algunas investigaciones científicas, aproximadamente cerca del 30% de personas infectadas con COVID-19, presentan manifestaciones oculares como: conjuntivitis, hiperemia conjuntival, ojo rojo, ojo seco, nódulos foliculares en la conjuntiva, visión borrosa, dolor ocular, lagrimeo, sensibilidad a la luz (fotofobia), quemosis, hemorragias conjuntivales, queratoconjuntivitis; todos estos hallazgos en el segmento anterior. Asimismo, se han reportado en algunas publicaciones, alteraciones en el segmento posterior como uveítis, coriorretinitis, neuritis óptica y hemorragias en los vasos retinales. También se ha reportado, como secuela ocular de infección por COVID-19 alteraciones a nivel de los pares craneales, principalmente el III y VI par, ocasionado parálisis de los músculos extraoculares, y por consiguiente restricción a los movimientos oculares. Todos estos hallazgos se corroboran mediante la exploración por biomicroscopia y tomografía de coherencia óptica.

De todos estos hallazgos oculares, la conjuntivitis es la manifestación más frecuente, encontrándose hasta en el 30% de los pacientes infectados, en algunos estudios; y viene a ser el 0.7%, la primera manifestación de la infección. Las características de esta conjuntivitis son inespecíficas o una conjuntivitis folicular viral leve, asociada a la presencia del virus en la toma de muestra mediante la realización de PCR. Investigaciones recientes, sobre signos oculares de pacientes con COVID-19, se señala que en el caso de conjuntivitis aguda aparece 13 días después del inicio de la infección por el virus.

Se reconoce el riesgo en propagación de la COVID-19 cuando no se utiliza protección ocular o por la manipulación de los ojos sin las manos limpias, así como el riesgo del personal cuya labor es cercana a los pacientes, de modo particular, los que se dedican a la práctica de la Oftalmología por el necesario acercamiento durante el examen físico ocular.

 

Artículo realizado por Israel Esquén para MÉDICA La Revista.

Médico Cirujano Oftalmólogo

CMP: 65585  RNE: 36627