El estallido de la pandemia ha provocado a lo largo del mundo problemas de autogestión y autocontrol emocional; sobre todo en adultos jóvenes que tuvieron con esta época un detonante en sus vidas. Mayormente estos individuos carecen de estrategias de autorregulación y autoconciencia, debido a hechos muy traumáticos durante estos dos años de “encarcelamiento”.

En Estados Unidos, por ejemplo, la cantidad de adultos que reciben atención de salud mental ha aumentado durante la pandemia de COVID-19, según datos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Este informe de los CDC encontró que el aumento en el tratamiento de salud mental fue impulsado en gran medida por adultos menores de 45 años.

Exactamente, fueron los adultos de 18 a 44 años los tenían menos probabilidades de recibir atención de salud mental en 2019, pero se convirtieron en los más propensos en 2021. Para este año, casi una cuarta parte de los adultos en este grupo de edad (más del 23 %) recibió atención de salud mental, casi 5 puntos porcentuales más que en 2019.

En todos lados, dependiendo de la realidad de cada país, este grupo de jóvenes enfrentó la pandemia del COVID-19 en un momento muy vulnerable de sus vidas. Considerando también que esta es la etapa en la que los trastornos como la ansiedad y la depresión suelen estar en los niveles más altos.