Cuando anunciaron la pandemia contra la COVID-19, la principal preocupación de los laboratorios fue crear una próxima vacuna que genere una protección contra este virus. En los últimos años nunca se había dado tanta importancia por hallar una vacuna. Hoy en día se cuenta con una variedad de vacunas que ofrecen mayor o menor protección al virus. Sin embargo, enfermedades mortales como el VIH o el cáncer, son proyectos que se encuentran en desarrollo. La personalización es una de las claves para hallar la cura para estas enfermedades.

Javier Sacristán de Alva, encargado de Educación Continua del Programa Universitario de Estudios sobre Asia y África (PUEAA) de la UNAM, consideró que el VIH y el cáncer se deben resolver tomando en cuenta la cuestión social y técnica.

En el año 2020, según las estadísticas de ONUSIDA,  37,7 millones de personas vivían con el VIH. 1,7 millones son niños de hasta 14 años, y 53% de todas las personas que viven con el VIH son mujeres y niñas.

Personalización de las vacunas

La vacuna experimental ARNm, desarrollado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciones de EE UU (NIAID, en sus siglas en inglés) y la empresa de biotecnología Moderna, desarrollaron una vacuna contra la COVID-19 que mostró una eficacia muy superior a la inicialmente esperada. Esta vacuna ha hecho que el mundo del VIH preste total atención a este tipo de tecnología a la hora de desarrollar vacunas frente a este virus.

La vacuna experimental pretende estimular la producción de un tipo de anticuerpos que pueden luchar contra el VIH. La tecnología del ARN mensajero, enseña a las células conocidas como linfocitos B, que forma parte del sistema inmunológico, a producir anticuerpos ampliamente neutralizantes del VIH.

Este ensayo, hará un seguimiento de 56 adultos para comprobar la eficacia del tratamiento.

Vacuna universal contra el cáncer

Los mayores retos de la oncología es conseguir vacunas que convoquen muchas vacunas efectivas distintas dentro del sistema inmune al microambiente tumoral sin importar el órgano en el que esté. Sin embargo, el cáncer lleva evolucionando millones de años y usa mecanismos biológicos muy similares a las células sanas, lo que conlleva a matar al paciente. Debido a esta dificultad, la mayoría de vacunas contra el cáncer en la actualidad, son personalizadas para cada paciente y su cáncer. El cáncer es una de las causas principales de muerte en el mundo. En 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran según la OMS.