La compañía farmacéutica Moderna comunicó el viernes pasado que está demandando a su rival estadounidense Pfizer, y a la alemana BioNTech, por la supuesta «replicación» de su tecnología de vacuna de ARN mensajero (ARNm).

Además, el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel, recordó que su empresa fue «pionera» en una «plataforma de tecnología innovadora de ARNm» en la que han invertido «miles de millones de dólares» y aseguró que su demanda fue presentada para «proteger» su tecnología.

«Ni Pfizer ni BioNTech tenían la experiencia que tenía Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas cuando surgió el COVID-19», explicó Moderna, afirmando que ambos «siguieron deliberadamente el ejemplo de Moderna y desarrollaron su propia vacuna».

Cabe recordar que, en octubre de 2020, Moderna se comprometió a que «mientras continúe la pandemia, sus patentes relacionadas con COVID-19 no se aplicarán, en línea con su compromiso de garantizar el ‘acceso global equitativo’ a una vacuna de Covid-19″.

En marzo de 2022, Moderna renovó su compromiso cuando la lucha colectiva contra el COVID-19 entró en una nueva fase y la disponibilidad de vacunas dejó de ser de difícil acceso en muchas partes del mundo.