¿Qué es la tuberculosis?
Según la OMS, la tuberculosis es una enfermedad infecciosa, provocada por un bacilo, que se transmite a través del aire y que se caracteriza por la formación de tubérculos o nódulos en los tejidos infectados; puede afectar a diferentes órganos del cuerpo, en especial a los pulmones, produciendo tos seca, fiebre, expectoraciones sanguinolentas y pérdida de peso.
Las bacterias de la tuberculosis se transmiten de una persona a otra por el aire. Estas bacterias se liberan al aire cuando una persona con enfermedad de tuberculosis de los pulmones o de la garganta tose, estornuda, habla o canta. Las personas que se encuentren cerca pueden inhalar estas bacterias e infectarse.
La tuberculosis es mucho más común en distintos países como en los Estados Unidos. Los viajeros deben evitar el contacto cercano o prolongado con personas que se sabe que tienen tuberculosis, en espacios cerrados con una gran cantidad de gente, por ejemplo, centros médicos, hospitales, prisiones o albergues para desamparados.
Nueva guía para combatir la tuberculosis
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ahora un tratamiento más breve para los niños con tuberculosis leve, así como dos tratamientos orales contra la tuberculosis (bedaquilina y delamanid) para su uso en niños de todas las edades.
El organismo también pide un aumento de la inversión en los programas mundiales de tuberculosis, y señaló que en 2020 las muertes por tuberculosis aumentaron por primera vez en más de una década, por lo que, se ha pedido una renovación en el compromiso a nivel mundial en la lucha contra la tuberculosis.
La tuberculosis es la decimotercera causa de muerte y la segunda causa infecciosa de muerte después de la COVID-19: cada día mueren de tuberculosis más de 4.100 personas. La Organización Mundial de la Salud calcula que cada año 1,1 millones de niños enferman de tuberculosis.
La necesidad de inversión
El aumento de las muertes por tuberculosis, de 1,4 millones en el 2019; a 1,5 millones en el 2020, causado por la falta de financiación. Del 2019 a 2020, el gasto mundial en servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención de la tuberculosis se redujo de 5.800 a 5.300 millones de dólares. Esto es menos de la mitad de la cantidad de financiación establecida como objetivo, 13.000 millones de dólares para 2022, informó la Dra. Kasaeva, inmunóloga.
Los esfuerzos para ampliar el acceso a la atención de la tuberculosis se han quedado cortos principalmente por esta falta de financiación, en especial para los niños. En el 2020, alrededor de 63% de los niños menores de 15 años con tuberculosis no recibían o no se informó que tenían acceso a servicios de diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis, lo que aumentó a 72% en los menores de cinco años. Casi dos tercios de los niños menores de cinco años tampoco recibieron tratamiento preventivo contra la tuberculosis en 2022, según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
Queda en claro que la tuberculosis es una enfermedad que afecta millones de personas y que de no haber una nueva reinversión para combatir esta enfermedad puede existir complicaciones futuras.