La Dermatitis Atópica (DA) es una dermatosis inflamatoria crónica, genéticamente determinada, que se presenta en niños que tienen antecedentes personales o familiares de «alergia» o atopia. Las estadísticas generales muestran que hay un aumento de este cuadro y afecta entre 20 a 30 % aproximadamente en la población infantil.
La DA no responde a los criterios de alergia, pues es más difícil de controlar. Esta enfermedad es considerada una dermatosis recidivante y crónica que evoluciona en brotes o también es llamada «el asma cutáneo» por la manera cómo evoluciona.
El diagnóstico es complemente clínico. Los síntomas iniciales característicos son el cuadro progresivo de xerosis, asociado a prurito y luego la formación de los eczemas clásicos que cuando el paciente es lactante las zonas afectadas son las zonas malares y a veces las partes laterales de los brazos, en la niñez las zonas afectadas son los pliegues de los antebrazos o la detrás de las rodillas además puede presentarse de algunas formas menores como queratosis pilar, pitiriasis alba o lengua geográfica.
Se sabe que este cuadro clínico puede autolimitarse hasta en un 60% durante la adolescencia, sin embargo, hay un porcentaje importante que llega a la edad adulta con este mal complicándose debido a factores agravantes como el estado emocional. El uso de corticoides tópicos y Antihistamínicos son necesarios cuando reaparezca el brote.
Antes de recetar algún tratamiento se debe evaluar el área comprometida, identificar la extensión de la lesión
y evaluar la severidad del cuadro para indicar el medicamento y receta adecuada. Muchas veces el problema al dar una receta es que no se brinda la especificación de esta, los profesionales de salud no colocan el tiempo, las horas o cantidades exactas provocando la complicación de la DA.
Mientras más moderna sea una ciudad, peor será la DA. Un paciente que vive en zona rural o en ambientes con vegetación e incluso en contacto con los animales desarrollará formas leves dado que su sistema inmune adaptado y responde mejor a estos agresores.
Es recomendable que el médico que atienda a un paciente con DA y vea que el tratamiento en uso no funciona adecuadamente, lo derive a un especialista para que reajuste la receta evitando que empeore.
Dra. Rosalía Ballona Chambergo
Dermatóloga Pediatra
Jefa del Servicio de Dermatología,
Instituto Nacional del Niño – Breña