Según un informe realizado por el Colegio Médico Sidney Kimmel, las infecciones por hongos son comunes y afectan aproximadamente al 75% de las mujeres en algún momento de sus vidas. Este sería el caso de la típica candidiasis vaginal, que se origina por un crecimiento excesivo del hongo cándida en la vagina. La cándida existe naturalmente en la vagina, pero un crecimiento excesivo puede causar síntomas que incluyen ardor, picazón y secreción vaginal.

La doctora Sandra Ortega, ginecóloga de Vithas Castellón, indica que esta infección fúngica puede ser generada por cambios en la flora vaginal, cambios de pH, alteraciones hormonales y sobre todo por la humedad y el calor que se da en la estación del verano. De esta manera, los factores mencionados «forman el tándem perfecto para la alteración del equilibrio de la flora íntima, compuesta por un conjunto de microorganismos, denominados lactobacilos, que contribuyen a mantener el equilibrio de la zona íntima y que combate los posibles microorganismos o bacterias que puedan causar infecciones».

Los síntomas más comunes que se pueden apreciar al padecer candidiasis son el picor, escozor, malestar, irritación o alteraciones en el flujo vaginal. Debido a ello, es esencial la prevención de esta mediante una higiene íntima adecuada utilizando jabones específicos, con un pH compatible con el pH vulvovaginal que respete el equilibrio de la zona y que no contengan agentes irritantes. 

También se puede evitar al no estar con la ropa de baño mojada durante mucho tiempo y elegir prendas de algodón para la ropa interior que no produzcan humedad y no permitan la transpiración de la zona íntima.

La ginecóloga Ortega ha recalcado que es «fundamental» acudir al médico en el momento que se empiecen a notar molestias para un diagnóstico certero y que se determine el tratamiento a seguir inmediatamente.

Conforme a lo establecido por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), el uso de antibióticos, el embarazo (por el cambio hormonal), diabetes mellitus y afecciones que afectan el sistema inmunológico, son los factores que podrían aumentar el riesgo de sufrir candidiasis.

La candidiasis es una infección por hongos común, pero si se padece por cuatro o más veces en un año es posible que el paciente requiera un tratamiento más intensivo que los medicamentos antimicóticos estándar. Las opciones de tratamiento para las infecciones crónicas por hongos pueden incluir medicamentos antimicóticos a largo plazo, medicamentos de mantenimiento, mejorar la higiene personal o tratar una afección subyacente que contribuye a padecerla, como la diabetes.