Según la Organización Mundial de la Salud, cada día más de 1 millón de personas adquiere una infección de transmisión sexual (ITS). Se estima que a nivel mundial existe más de 400 millones de personas entre 15 a 49 años de edad infectadas por el virus herpes simple tipo 2 (VHS-2).

El herpes genital es una ITS causada por el virus herpes simple. Existen dos tipos: el VHS-2 (principal causante del herpes genital: aproximadamente el 80 % de casos) y el VHS-I (causante del herpes labial y del 20% de casos de herpes genital). 

 

El VHS-2 es un virus ADN, subfamilia alfaherpesviridae, neurotropo, transmitido principalmente por vía sexual o por medio del contacto directo con la mucosa oral y genital de hombres y mujeres infectados.

La infección se inicia por la exposición de las superficies mucosas y la piel al virus; este penetra en las células intermedias y basales epiteliales, y replica e induce lisis celular, iniciando una infección de por vida. 

 

En la primoinfección, alrededor de siete a 14 días después de haber adquirido el virus, el paciente presenta clínicamente múltiples vesículas agrupadas en racimos de uvas, formando úlceras genitales dolorosas cubiertas de un exudado gris-amarillento. Puede existir, además, fiebre, cefalea, malestar general, disuria postmiccional, prurito asociado y linfadenopatía inguinal bilateral. La afectación uretral y cervical está presente en el 80 % de las mujeres.

La duración del episodio puede ser de más o menos 15 días. La evolución de las infecciones por el VHS-2 depende de la localización anatómica, la edad y el estado inmunológico del paciente.

Las formas atípicas del VHS-2 tienen las siguientes características: fisuras, abrasiones, eritema doloroso y prurito en la región mucocutánea anogenital.

De la misma forma, existen pacientes llamados «Liberadores asintomáticos», que liberan VHS-2 por medio de la mucosa oral o anogenital y no presentan síntomas; por lo tanto, estos pueden considerarse «libres de enfermedad» o ignorar que están infectados. Como el VHSQ se excreta de forma intermitente e impredecible, no existe manera de prever cuándo y con qué frecuencia una persona presenta la infección.

El herpes genital tiene tres características importantes: la latencia, que es cuando el virus permanece en los ganglios nerviosos sensitivos; la persistencia, y la recurrencia, es decir, episodios recurrentes que suelen ser más leves y de menor duración.

Las úlceras genitales (herpes, chancro, sífilis y linfogranuloma venéreo) triplican el riesgo de infección por VIH, a raíz de la erosión y las hemorragias de las mucosas anorectal,vaginal y del pene. La infección por VHS-2 es una de las más frecuentes (60-90 %) en personas con VIH.

El diagnóstico es solo clínico; sin embargo, existen pruebas que pueden confirmar la presencia del herpes genital: el cultivo viral, test de Tzank y las pruebas serológicas. 

 

El herpes genital, por ser una enfermedad viral, no tiene cura; no obstante, existe un tratamiento para modificar la evolución de los síntomas y consiste en usar fármacos anti- virales sistémicos (Aciclovir, Valaciclovir y Famciclovir), que acortan la replicación viral, el tiempo de eliminación del virus, la sintomatología y la duración de las lesiones, aunque no evitan la recidiva. Se indica su administración durante la primoinfección y las recurrencias. El tratamiento antiviral episódico o supresivo acortará la duración de las lesiones anogenitales, especialmente si se inicia el tratamiento durante el periodo prodrómico o dentro de las primeras 24 horas de aparición de las lesiones.

La prevención contra el herpes genital puede hacerse con la abstinencia, la monogamia mutua, el uso correcto y sostenido del preservativo en cada relación sexual y análisis serológicos de descarte. 

 

 

Dra. Carol Luján Angulo
Médico cirujano
Auditor médico
Especialista de la Unidad de Prevención y Control de las ITS-VlH/Sida de Inppares