EI Hematoma Subdural Crónico es una enferme dad muy frecuente en la especialidad de Neuro cirugía y usualmente se presenta en adultos de edad avanzada. Se produce por la formación de un coagulo organizado en tre la capa meníngea llamada duramadre y la superficie del cerebro.
El principal factor predisponente es que en la edad avanzada, el cerebro suele disminuir su tamaño, pero el cráneo conserva el propio, esto condiciona a que el espacio subdural presente entre la duramadre y la superficie del cerebro sea mayor, convirtiéndose así en un potencial contenedor de colecciones. L
a mayoría de los casos se dan como consecuencia tardía de golpes o movimientos bruscos de la cabeza, produciéndose una disrupción de las venas puente corticales cuyo sangra do asociado a procesos continuos inflamatorios, degrada tivos y micro-lacerantes, conforman un coagulo con membranas que se acumular progresivamente en dicho espacio subdural que y luego al tener un volumen considerable, comprimirá al encéfalo pudiendo comprometer así la salud y la vida del paciente. Los factores asociados frecuentemente son: el alcoholismo o el uso de fármacos anti-agregantes plaquetarios y an ti-coagulantes. También se ve en enfermedades de la coa gulación y vasculares.
Las manifestaciones clínicas suelen presentarse de mane ra lenta y progresiva, estas son frecuentemente: dolor de cabeza, vómitos alteraciones de memoria, lenguaje y com portamiento disminución de fuerza en extremidades, som nolencia y, en ocasiones, falta de respuesta a estímulos y deterioro hasta el coma. El examen auxiliar principal de diagnóstico es la tomografía cerebral donde se visualizará al coágulo como una lesión extra-axial con forma de semiluna en el espacio subdural que puede ejercer efecto de masa sobre el encéfalo.
El manejo suele hacerse en emergencia por un médico especialista en Neurocirugía, y cuando el hematoma genera una gran compresión intracraneal que afecta severamente la función neurológica y la vida del paciente , se indica como tratamiento la cirugía. Consiste en abrir el cuero cabelludo, luego el cráneo por trepanación o craneotomía. Para de manera posterior, abrir la duramadre con el fin de hacer un lavado prolijo, evacuar y drenar el coágulo; con dicho procedimiento se resuelven la mayoría de los casos. Posterior a ello seguirían los cuidados y controles respectivos. Una minoría de casos se re-intervienen y/o re-cidivan.
Las secuelas en caso existan son variables de acuerdo al paciente. De este modo, es importante señalar que debido a su frecuencia y repercusiones, es ideal que todo el personal de salud y público en general conozca esta enfermedad.
Dr. Juan Francisco Barreto