Esta pregunta siempre vino a mi mente. ¿Debería no comer desayuno cuando sé que tendré un día muy ocupado, para así poder ahorrar un poco de tiempo? Estudios epidemiológicos encontraron una asociación de mayor frecuencia de alimentos con la disminución de riesgos para la salud. Sin embargo, estudios experimentales de investigación encontraron resultados contradictorios. Veamos qué nos dicen estos estudios experimentales sobre el tiempo ideal para comer.

 

Ruth E. Patterson y Dorothy D. Sears, hicieron una revisión de estudios sobre el ayuno intermitente y dieron a conocer sus beneficios. El más obvio, fue la promoción de disminución de peso y mejora de la salud metabólica del organismo. En los estudios que se hicieron en roedores, se observó una reducción de la obesidad, el hígado graso, la diabetes y el cáncer. Sin embargo, una de las observaciones que a ellos les llamó más la atención fue que, los investigados que tenían un régimen dietético de no consumir alimentos durante la noche, mostraron una reducción de niveles de glucosa y niveles de insulina.

 

Por su lado los espececialistas, Paoli, Tinsley, Bianco y Moro, hicieron una revisión y sugirieron que existe un beneficio fisiológico cuando se consume una mayor proporción de calorías a comienzos del día, que el consumir altas calorías dietéticas en la noche. Ellos también sugirieron que podría haber un beneficio en el consumo del desayuno, así como comer un total de 2-3 veces al día, antes de la mitad de la tarde o al terminar la tarde (hasta las 3-4 p.m.). Lo cual, es aproximadamente 12-16 horas de ayuno nocturno diario. Con esa intervención podría haber un incremento en AMPK y la sensibilidad a la insulina. A su vez, una disminución del total de colesterol e inflamación.

 

De la misma forma, Chowdhury, Richardson, Holman y otros, estudiaron la importancia de los hábitos tales como, consumir el desayuno. Ellos hicieron un controlled trial para examinar la relación entre el consumo del desayuno y los niveles de energía en personas obesas. Las personas estudiadas que eran obesas y consumían desayuno, tenían una mayor actividad física que los que no la consumían. También, observaron un incremento de la sensibilidad a la insulina en el grupo que consumió desayuno. Pero, no existieron cambios en peso u otros cambios de salud.

 

Por su lado, St – Onge, Baskin, entre más investigadores, recomendaron que comer mayor cantidad calórica temprano por la mañana, podría tener un efecto positivo y podría disminuir los factores de riesgo de tener problemas cardiovasculares y diabetes. Ellos remarcaron la importancia de promover el ayuno nocturno. Asimismo, recomendaron el ayuno intermitente y el consumo de bajas calorías para conseguir el peso ideal de las personas.

 

El impacto del tiempo en el cual uno debe consumir alimentos necesita todavía ser más estudiado. Sin embargo, para mí, resulta más beneficioso brindar un mayor contenido de calorías al organismo en el momento que este necesita más energía, que brindarle alimentos cuando está en reposo.

Fuentes

  1. Ruth E. Patterson and Dorothy D. Sears. Metabolic Effects of Intermittent Fasting. Annual Review of Nutrition 2017 37:1, 371-393
  2. Paoli A, Tinsley G, Bianco A, Moro T. The Influence of Meal Frequency and Timing on Health in Humans: The Role of Fasting. Nutrients. 2019;11(4):719. Published 2019 Mar 28. doi:10.3390/nu11040719
  3. Chowdhury EA, Richardson JD, Holman GD, Tsintzas K, Thompson D, Betts JA. 2016. The causal role of breakfast in energy balance and health: a randomized controlled trial in obese adults. Am. J. Clin. Nutr. 103: 747–56
  4. St‐Onge MP, Ard J, Baskin ML, et al. Meal timing and frequency: implications for cardiovascular disease prevention: a scientific statement from the American Heart Association. Circulation 2017; 135: e96‐ doi: 10.1161/CIR.0000000000000476

 

Escribe:

Dr. Melissa F. Cowgill – Hinostroza

Medicina General

Miembro de American Medical Association (AMA)

Certificaciones ECFMG, BLS, ACLS