Esta pregunta sugiere plantearnos varias más, tales como ¿Soy adicto a algún alimento? ¿Qué es y significa realmente la adicción? ¿Es una enfermedad? En esta nota abordaremos este tema para poder despejar estas interrogantes e informar mejor sobre esta duda.
Pese a que este término se acuñó por primera vez en el año 1956 y que hasta la actualidad la literatura respecto al tema se ha incrementado exponencialmente la evidencia científica y la ciencia como tal no contempla que exista alguna patología o enfermedad comprobada y con consenso relacionada al término “adicción a los alimentos”, por lo cual hablando en términos estrictos no existe, lo que sí existe es una predisposición natural de las personas con preferencia a ciertos alimentos o su ingesta específica en alguna situación, tales como puede ser el estrés, los nervios e incluso la ansiedad. Este concepto de la adición a los alimentos surge debido a que la mayoría de personas manejan una definición más coloquial respecto al término “adicción” asociada a patrones de comportamientos negativos, incluso muchas personas se suelen autodenominarse adictas a diversas cosas o hechos, tales como el uso del teléfono, al chocolate, a las grasas y demás.
En el argot científico la palabra “adicción” es mucho más compleja y no suele ser usada a la ligera, ya que esta suele responder a una patología identificada y probada en las personas, conlleva además efectos negativos y perjudiciales en la vida cotidiana de la persona, ya sea en salud física o emocional e incluso en ambas simultáneamente, para hablar de “adición a los alimentos” debería cumplirse con todos estos puntos para así ser diagnosticado debidamente y buscar un posible tratamiento que revierta o controle la situación. Parte de la comunidad científica sigue investigando al respecto, hay una parte que considera que si habrían evidencias suficientes para afirmar que exista una adicción a los alimentos, pero aún nada totalmente probado y confirmado, se han desarrollado diversas herramientas para poder evaluar esta situación y ver si existe alguna dependencia asociada a diverso alimentos, lo complicado es que al presentar ciertas similitudes a otras adicciones hace más difícil poder establecerla como una patología independiente , hay incluso características idénticas que se presentan en algunos trastornos de la conducta alimenticia, como es el caso de la bulimia y la anorexia.
Finalmente será la ciencia la que termine por decidir y aclarar si existe o no una patología de “adicción a los alimentos” o si es una más de las características de algún trastorno o patología ya existente.