El reporte científico en mención detalló cómo las afecciones respiratorias pueden provocar deterioro de la función respiratoria, lo que afecta la capacidad de desempeño del individuo en el puesto de trabajo y también pueden producirse como consecuencia del trabajo, inducidas por la inhalación de sustancias presentes en el ambiente laboral. En tanto, la incapacidad laboral o invalidez se produce cuando hay alguna limitación para el desempeño adecuado de las tareas laborales. Este un proceso mixto, con componentes médicos y legales, que tiene por finalidad evaluar el impacto de la enfermedad en el bienestar y calidad de vida del individuo. Asimismo la clasificación de la incapacidad puede ser por su duración, entre ellas tenemos la incapacidad temporal e incapacidad permanente. Esta última comprende la incapacidad permanente parcial, incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta y gran invalidez.

La evaluación de la incapacidad laboral en las enfermedades respiratorias es una pieza clave para una posterior definición de la incapacidad y corresponde al neumólogo realizarla de manera objetiva, fundamentarse en pruebas diagnósticas estandarizadas y caracterizar la gravedad de la enfermedad y su repercusión en las actividades cotidianas. Esta comprende una primera fase que se inicia con el diagnóstico de la enfermedad, donde se aplicará todo el conocimiento científico y pruebas estandarizadas que proporcionen resultados sobre la función pulmonar. Luego, se realizará la clasificación de la afectación funcional, cuyo abordaje debe ser específico y escalonado teniendo como primer paso a la espirometría y la evaluación del intercambio de gases puede aportar información suficiente. La interpretación de los resultados se efectúa mediante su comparación con unos valores de referencia obtenidos de población sana sin síntomas. Como tercera medida, se efectuará la consideración de la probabilidad de relación causal o agravamiento con el ambiente laboral, en donde podría determinarse que, en ocasiones, los males respiratorios responsables de la incapacidad laboral pueden estar causada por agentes específicos del lugar de trabajo considerándose como “enfermedad profesional”.

Entonces, con estos datos y la historia ocupacional del paciente, el médico neumólogo puede deducir el impacto de la enfermedad sobre la capacidad laboral, que se dará luego de haber administrado suficiente tratamiento y realizado evaluaciones de seguimiento periódico. Por último, se informará al paciente sobre el impacto del trabajo en el curso de su enfermedad y la posible relación causal con su exposición laboral. En tanto, la segunda fase comprende el dictamen de incapacidad laboral y le compete a la Comisión Médica Calificadora de Incapacidad.