La seguridad de contar con equipamiento médico elemental para proporcionar un adecuado servicio de salud, no solo esta en contar con lo último en tecnología, sino también contar con la tecnología acorde para la población y la jurisdicción donde será instalada, esto evitara “Elefantes Blancos”. 

La capacidad operativa no solo debe de verse proyectada contemplando: el recurso humano, presupuesto adecuado y el equipamiento necesario para hacer sinergia entre esos 3 elementos que lo conforman, sino también analizando a la población que se beneficiara con esta y su proyección a largo plazo.

A nivel de equipamiento, actualmente vemos cómo el costo ha variado desde inicios de Pandemia y como ha cambiado significativamente la demanda e importancia que se le ofrecía respecto a años anteriores a todo este sector. El incremento de precios de los dispositivos médicos se ha visto afectada; así como las tasas portuarias, aranceles y fletes. Entendamos que para ello el valor de tipo de cambio dependerá del país importador y la devaluación de su moneda debido a esta crisis sanitaria.

Los incrementos en la importación y los tiempos de espera deberán de ser contemplados en la ejecución del proyecto hospitalario. En Perú vemos incrementado los valores referenciales y la actualización de precios cuando el proyecto ya esta ejecutándose. Esto no solo debió de contemplarse durante el expediente, sino también en la actualización final antes de lanzar la convocatoria.

Un buen proyecto hospitalario (posta, centro de salud, etc), deberá de estar hecho con mucha precisión y contemplando todas las aristas que lo conforman… (tecnología, instalación, capacitación, mantenimiento, presupuesto, población, etc).

Melina Noelia Salazar / Directora de Proyectos de Ingenieria Biomédica e Infraestructura de MÉDICA Group PERÚ / Consultora en Ingeniería Clínica para Instituciones Privadas y Públicas