Preservar la salud mental es tan esencial como atender cualquier otro aspecto de nuestra integridad en aras de mantener la calidad de vida deseada. En América Latina, el panorama es más complejo aún que en otras regiones. Un informe realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que los trastornos depresivos y de ansiedad son considerados causas de discapacidad y mortalidad.
Los trastornos mentales requieren de un abordaje integral, tanto a nivel psicoterapéutico como psicofarmacológico para poder reducir su impacto en los pacientes. Con los resultados de diferentes estudios clínicos sobre sustancias psicodélicas y sus beneficios terapéuticos para tratar enfermedades con ciertas características, distintos profesionales de la salud mental han encontrado una alternativa.
Una de ellas es la psilocibina, que se encuentra en los fungis, término con el que la biología denomina para referirse a lo que se conoce como hongos. El efecto de esta sustancia disminuye la hiperactividad que hay en la parte del área prefrontal mediana en condiciones normales cuando se produce, por ejemplo, el Trastorno de la Depresión Mayor (TDM). Asimismo, modula la liberación de neurotransmisores como la dopamina y serotonina.
Por otra parte, MDMA —como se le conoce a la metilendioximetanfetamina— es otro elemento psicodélico que se ha considerado para abordar casos de pacientes con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
Según los resultados de un estudio publicado en Nature Medicine sobre pacientes con el subtipo de TEPT disociativo, concluyeron que la sintomatología de este trastorno se redujo considerablemente como también sucedió en el caso de personas con el subtipo no disociativo. A diferencia de la psilocibina que se relaciona más con la dopamina y serotonina, la MDMA se relaciona con la dopamina y la noradrenalina.
Es importante resaltar que, si bien estas sustancias tienen una relación con la modulación en ciertas áreas cerebrales desorganizadas anteriormente señaladas —en casos donde se presenta un evento depresivo—, se continúa en la delimitación para sostener el aporte en situaciones donde los trastornos mentales se hacen resistentes al tratamiento con fármacos de primera línea dentro de un mismo grupo farmacológico, como los inhibidores de la recaptación de la serotonina (citalopram, uno de ellos).
*Agradecimientos al Dr. Glauco Valdivieso Jiménez, Médico psiquiatra y Director Médico del Instituto Peruano para el Estudio y Abordaje Integral de la Personalidad (IPEP).