Es considerado normal que los jóvenes y adultos busquen relajarse los fines de semana asistiendo a reuniones entre amigos, fiestas, bares y/o discotecas. En aquellos lugares, se suele consumir alcohol para que las personas se diviertan y se distraigan del estrés o cansancio por el que pasan durante los días de semana debido al trabajo o los estudios. Sin embargo, la continua práctica de este consumo puede generar consecuencias en la salud de las personas. 

Así lo demostró un estudio realizado por cinco universidades chilenas a jóvenes estudiantes durante el año 2022. Nutricionistas e investigadores analizaron la relación entre el consumo de alcohol de fin de semana, la dieta y el sueño, y para ello examinaron a 1.455 estudiantes de diferentes regiones de Chile, determinando que esta conducta está asociada directamente con factores que a corto plazo llevan a una mala calidad de vida y, a largo plazo, pueden producir serios problemas de salud. Del total de encuestados, el 26% reportó un consumo excesivo de alcohol los fines de semana.

Entre aquellos centros de estudio se encuentra la Universidad de San Sebastián (USS), cuyo representante líder de la investigación fue Samuel Durán, director del Magíster en Nutrición en conjunto a la docente de la Universidad de Playa Ancha, Mirta Crovetto. Básicamente, se comprobó que el consumo de alcohol durante todos los fines de semana, está relacionado a una dieta alta en calorías. Asimismo, se verificó que los estudiantes que beben más tienen mayor insomnio y latencia de sueño, afectando su calidad de vida y poniendo en riesgo su futuro personal y laboral. Los resultados de esta investigación fueron publicados recientemente en la revista Human Nutrition & Metabolism.

Consumir alcohol en exceso varía según el sexo de la persona. En el caso de las mujeres, tomar más de cuatro vasos de cualquier bebida alcohólica significa excederse. En el caso de los hombres, el promedio es de más de cinco vasos. La muestra del estudio fue mayoritariamente femenina, siendo un 35,7% del porcentaje hombres y 64,3%, mujeres quienes consumen alcohol los fines de semana. 

Efectos negativos en la alimentación

El estudio postula una relación directa entre el consumo de alcohol y una alimentación poco saludable. Del total de bebedores de fin de semana, los hombres (36%) presentaron un mayor consumo de comida chatarra, frituras y bebidas, mientras que las mujeres (64%) indicaron un mayor consumo de chatarra, frituras y dulces.

“Esta alimentación, genera un incremento del peso corporal, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cánceres asociados al exceso de grasa corporal”, aseveró Durán.

Problemas al dormir

Se obtuvo un resultado interesante en la asociación entre el consumo de alcohol los fines de semana y el insomnio por género. Entre los hombres se identificó una mayor latencia del sueño, que significa que el tiempo que se tardan en lograr la transición de la vigilia total al sueño es mayor, lo ocasiona que su sueño no sea reparador ni duradero. En cuanto a las mujeres, se observó que las consumidoras regulares de alcohol presentan niveles de insomnio significativamente más altos que las no consumidoras. 

Durán asegura que dormir bien es importante para la memoria, porque todo lo que uno aprende de día, va quedando fijo en el cerebro durante la noche. Además, señala que las alteraciones del sueño producen desajustes en el reloj biológico y los niveles hormonales. Dormir mal también puede llevar a un aumento del cortisol que tiene que ver con el estrés, o de la hormona grelina, que favorece el apetito.