La resaca tiene muchos síntomas, pero algunos de los más comunes son: El dolor de cabeza, las náuseas, el cansancio, etc. Estos aparecen como consecuencia de haber ingerido bebidas alcohólicas en exceso, pues dentro de los procesos internos del organismo, el alcohol es un elemento tóxico y debe ser convertido por nuestro cuerpo a una sustancia no tóxica.

La duración y la gravedad de las resacas pueden variar no solo por la intensidad y la cantidad de bebida, sino también a la rapidez con que nuestros cuerpos las procesen, algo que varía de persona a persona.

Sin embargo, existen casos en los que las personas no pueden beber nada de alcohol porque su cuerpo no los procesa. A continuación, te dejamos algunos ejemplos:

  • Intolerancia genética:

Quien sufre de esto puede tener los mismos síntomas de una resaca, pero estos son causados ​​por un trastorno metabólico hereditario, que hace que el cuerpo procese o metabolice el alcohol de manera incorrecta.

  • Intolerancia a los químicos:

También hay casos de intolerancia a los químicos que componen las bebidas alcohólicas. Por ejemplo: histamina (que se encuentra en el vino) y salicilatos (que se encuentran en el vino, la cerveza y el ron).

  • Alergias al alcohol:

Esta es muy poco común, pero existe. Aunque es muy poco probable que alguien sea alérgico al mismo alcohol, como en el caso anterior es probable que la alergia sea a uno de los ingredientes que contenga la bebida.

Aunque, es mucho más difícil distinguir entre una intolerancia y una alergia, porque los síntomas pueden superponerse. Y algunas reacciones alérgicas son casi inmediatas, pero no todas.