Por lo general, cuando hablamos de contaminación ambiental, lo primero que nos viene a la mente son cientos de autos atascados en las calles o fábricas que emiten continuamente humo espeso. Pero no toda la contaminación ocurre en la calle. Aunque, el 70% de la contaminación del aire de Lima es causada por caravanas de automóviles, nuestras casas también pueden ser una fuente muy importante de contaminación ambiental.
A primera vista, puede parecer una práctica inofensiva, pero cocinar con leña en interiores es extremadamente dañino para el medio ambiente y la salud.
Las estufas utilizadas para este método de cocina, emplean una variedad de materiales como el queroseno (un líquido inflamable extraído del petróleo) y combustibles sólidos como la madera, el carbón vegetal y los minerales. El problema es una combustión ineficiente porque la madera no se quema completamente, por lo que se forman partículas nocivas.
Estas partículas invisibles acechan en la mayoría de los hogares rurales peruanos que usan ese tipo de estufa. El censo del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de 2017 reportó que el 21,3% de los hogares peruanos utilizaba combustibles contaminantes. Según un estudio publicado en 2016, más del 95% de la población rural de Perú depende de estos compuestos para cocinar y calentarse.
Al liberar estas partículas, la calidad del aire en el hogar se reduce considerablemente y los residentes corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que alrededor de 2.600 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por los gases que emiten las estufas de leña.
Stella Hartinger, investigadora del Centro Latinoamericano de Excelencia para el Cambio Climático y la Salud (Clima), dice: “Toda la contaminación del aire interior tiene una externalidad. Es decir, contribuye a la propagación de gases de efecto invernadero y la contaminación en la sociedad. Además de los problemas ambientales, las personas que cocinan con leña también tienen contaminación interior”.
Sin embargo, para los hogares que dependen de las estufas de leña, puede ser difícil dejar de usarlas continuamente. En comparación con el gas licuado de petróleo (GLP), que recientemente se ha visto limitado por el aumento de los precios y la escasez en América Latina, el combustible sólido está más disponible, principalmente para las personas que viven en áreas rurales.
Por ello, varios expertos destacan la importancia de brindar información precisa sobre los riesgos de utilizar una estufa de leña en el hogar. Conociendo esto en detalle, las personas pueden optar por alternativas menos contaminantes y nocivas para la salud.