Cero ligas. Es la mejor manera de poder definir este nuevo sistema de ortodoncia que está siendo la preferencia por muchos pacientes interesados en ponerse brackets. Pues ya no tienen que estar batallando con las molestas fajas de colores que con el pasar de los días pierden su elasticidad generando así un retraso en el tratamiento dental.

El método ortodoncista de autoligado o “sistema de puertas” consiste en una aparatología dental con un mecanismo de puertas que se encargan de mantener el arco dentro del bracket de tal manera que el procedimiento no se vea interrumpido, ya que en este tratamiento la fricción entre los dientes se reduce considerablemente y el tratamiento es mucho más cómodo para el paciente. No se generan los habituales dolores que ocasiona el sistema convencional.

El sistema convencional

El método convencional consiste en usar unas ligas (de colores) para sujetar el arco de alambre al bracket. Lo malo es que este tratamiento puede durar hasta 6 meses más que el autoligado. Con este proceso convencional las visitas del paciente a su doctor suelen oscilar entre cada 15 a 30 días, ya que las ligas ven desgastadas su elástico ocasionando que el proceso sufra un retroceso. Y esto último es bastante habitual en pacientes que suelen viajar constantemente por temas familiares o laborales.

Beneficios de un sistema de puertas

En un sistema de autoligado, el paciente puede estar tranquilamente hasta 3 meses sin ir a su médico, afirma la doctora María Letona. Es por eso que este método es recomendable para personas que saben que no van a poder visitar a su doctor en un plazo corto de tiempo.

Es mucho más amigable con los dientes porque no va a forzar un movimiento brusco y rápido entre ellos, Muy por el contrario, a lo que muchos imaginan, es un procedimiento más suave, pero en la misma medida prolongado. Ya no habría necesidad de estar preocupado porque las ligas sufran un desgaste en su elástico.

Además, es un tratamiento mucho más higiénico, ya que es un aparato totalmente metálico a diferencia del sistema convencional que aparte del metal tendrás que lidiar con las ligas donde suele quedarse comida atrapada, generando así caries y malos olores que se sumarían al olor del látex de los elásticos.