La cabeza rapada de Jada Pinkett Smith ha llamado la atención del público en general y sobre todo de los medios de comunicación. En especial, en la última edición de la entrega de los Premios Óscar, en donde el actor Chris Rock comentó una pesada broma sobre la calvicie de la actriz comparándola con el papel de Demi Moore en la película GI Jane. Evidentemente, esta burla fue de mal gusto debido a que esta actriz no la lleva por estética, sino a que sufre alopecia femenina, un trastorno autoinmune.

La primera vez que Pinkett se refirió a su condición públicamente, fue en el 2018. En aquel momento, explicó que se encontraba “lidiando con algunos problemas de pérdida de cabello”. Al mismo tiempo, relató lo complicado que fue darse cuenta como perdía mechones enteros.

A pesar de eso, la esposa de Will Smith decidió darle un giro a su alopecia y lucir con orgullo su cabeza totalmente rapada, sin avergonzarse, decisión que tomó al darse cuenta de que el problema era cada vez menos controlable. “La alopecia y yo vamos a ser amigas, ¡punto!”, mencionó.

¿Qué es la alopecia femenina?

Según el Dr. Daniel Alcalá Perez y la Dra. Sandra Siordia Zambrano, “la alopecia androgenética es la forma de calvicie más frecuente. Se observa pérdida progresiva de pelos terminales, los cuales son reemplazados por pelos o vellos finos casi invisibles en respuesta a la circulación de andrógenos”. Así lo establecieron en su artículo desarrollado para la revista biomédica, Medigraphic. 

De la misma manera, agregaron que “en las mujeres el adelgazamiento puede ser difuso, pero es generalmente mayor en la región fronto-parietal con la línea de implantación frontal característicamente conservada. La pérdida de pelo es experimentada por hombres y mujeres como un evento perjudicial de grandes consecuencias personales y sociales que afecta de forma importante su calidad de vida”, explicaron Alcalá y Siordia.

Esta complicación se hereda por parte de uno o de los dos padres y puede desencadenarse por cambios hormonales en cualquier momento después de la pubertad. Como mencionaron los expertos anteriormente, la pérdida del cabello suele darse en la «coronilla», y en la parte de delante y de arriba del cuero cabelludo.

Los médicos destacan que hay tres causantes fundamentales de la pérdida del cabello: la edad, los genes y la testosterona. En el caso de las mujeres los cambios hormonales que se experimentan después de la pubertad, el embarazo o la menopausia pueden desencadenar la calvicie.

Cuando sucede después del embarazo suele ser temporal, según el Institute of Trichologists. Aproximadamente a los tres meses de dar a luz se pierde cabello normalmente por shock, cambios hormonales y anemia. Pero unos meses después todo suele volver a la normalidad.

En el caso de la alopecia relacionada con la menopausia, la hormona que juega el papel principal en el proceso es la dihidrotestosterona (DHT). Esta hormona causa un cambio en los folículos capilares del cuero cabelludo, según información de la Asociación de Dermatólogos del Reino Unido.

Ese cambio que la hormona DHT causa en los folículos hace que el cabello tenga un diámetro menor, sea más corto y de un color más claro. Así, hasta que los folículos dejan directamente de producir cabello. Así se causa este trastorno autoinmune.

Se estima que el porcentaje de mujeres que puede tener alopecia a lo largo de su vida es de hasta el 30%. La causa más habitual de alopecia en mujeres es la alopecia androgénica. Aquellas mujeres que padecen el trastorno, van notando paulatinamente que pierden densidad capilar, de modo que su cuero cabelludo cada vez es más visible.